El mensaje ha sido claro: Si eres un oligarca de derechas metido a político en Honduras, puedes robar dinero en carretillas, engañar a tus votantes y a tu pueblo, burlarte de la ley y de la Constitución, intentar convertirte en dictador perpetuo, insultar a tu pueblo, pedir hambre para él, engañar a todos, colarte ilegalmente en tu país sin atreverte a enfrentar tus causas judiciales, llamar a la violencia desde una sede diplomática, en fin... DELINQUIR en el sentido más amplio de la palabra... porque detrás de ti vendrá otro igual que tú, también oligarca, también de derechas y también elegido por el pueblo, que te allanará el camino y te ayudará a evitar los juicios (si tu cobardía te lo impide) y la cárcel.
Qué poquito faltaba, y qué cobarde has sido, Lobo. Qué oportunidad perdida. Qué pena.
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