Obviamente, el motivo por el que éste (escaso) objeto yace abandonado en un cajón de mi mesa, no es otro que la actividad a la que se dedica la empresa en la que curro actualmente (extracción, fragmentación y entrega de áridos en obra), pero al verlo, me surge una pregunta:
Si ya no se utiliza el cornetín para avisar de las inminentes voladuras, como antes se suponía que se debía hacer para que el personal se pusiese a cubierto de cualquier posible pedrusco volador traicionero… ¿¿¿Con qué se avisa ahora que la corneta ha caído en desuso??? Lo digo porque nunca he escuchado al artillero pegar un grito, ni tan siquiera una vulgar bocina de una excavadora, y el estruendo de mil kilejos de nada de dinamita me suele pillar como a todos, donde le coincida. Menos mal que el equipo de voladura son unos artistas, y no salta ni una arena… habitualmente ;-).
No hay comentarios:
Publicar un comentario