Cada vez que repostamos, bajamos un par de santos a la categoría de sucios mortales ... Leemos todos los días sobre los precios del petróleo y el cambio climático... Nos preocupamos por el calentamiento global... anhelamos el uso de nuevas fuentes de energía, limpias y silenciosas, que jubilen de una vez a los impagables (por caros) combustibles fósiles, pero...
¿Porqué no hay aún coches eléctricos? ¿Qué ha sido de ellos? Hoy me ha dado por buscar un poquito de información sobre el tema en la we-we-we... y he llegado una conclusión flipante: Los holdings del petróleo y la automoción los han creado... y aplicando el viejo dicho... Los mataron porque eran suyos.
En este mismo blog, y no hace mucho, os daba mi opinión sobre la subida de los precios de los carburantes, y obviamente, acusaba como culpables de esta carestía a las petroleras y sus interacciones con la industria automovilística: Hoy, con algunos datos que aquí resumiré, voy a proceder a condenar a dichas entidades supranacionales e hiper-egoístas. Culpables de asesinato en primer grado, premeditado y alevoso, de soluciones medioambientales viables simplemente porque no les convenía a sus ya hinchados bolsillos:
Aquí van algunos ejemplos de cómo la industria de la automoción ha dado marcha atrás al comprobar que los vehículos eléctricos sí eran viables, de cómo han dejado de producirlos para que no se abaratasen al aumentar la oferta, y de cómo se han encargado de escondernos dichos logros y han continuado evolucionando y vendiéndonos coches de motor de combustión. Al lorito, que no es broma, aunque lo parezca:
Nissan Hypermini: Es la única excepción mínimamente honrosa, ya que aún se comercializa en Japón, y además Nissan (ahora controlada por Renault) ha llegado a acuerdos para evolucionarlo y venderlo en Portugal en un par de años de cara a su introducción a nivel mundial. Totalmente eléctrico, con una autonomía de 125 Kms, 100 Km/h de velocidad punta y perfecto para un uso urbano o interurbano corto. De modesta autonomía, pero recargable en sólo 4 horas en un conector de 220 voltios normal y corriente. Pero vamos a lo que vamos: Se creó en 1997, y su único "apoyo" vino por parte del municipio de Pasadena (California) que lo adoptó como vehículo oficial... hasta 2006, año en que el contrato de alquiler expiró, y pese al intento de la ciudad de comprarlos para seguirlos usando... Nissan se negó y recuperó los coches... para destruirlos, que parece ser una solución muy ecológica, por cierto.
Por su parte, Toyota nos presentaba el Rav4 EV (1997-2003):
"Fungaba" a 126 Km/h y con una autonomía de 130 a 190 Km, según su uso. Haciendo números, resultaba tener un coste por kilómetro aproximadamente equivalente a un coche de gasolina que consumiese 1,4 litros a los 100 Km/h (y sin contaminación ni ruidos). Con éste pasó tres cuartos de lo mismo que con el Nissan, ya que en 2005 los contratos de alquiler (no se vendían) expiraron, y pese a la intención inicial de Toyota de destruirlos también, se creó una asociación llamada "Don't Crush" para salvarlos y que continuasen circulando... cosa que se consiguió tras enormes batallas legales, aunque eso sí, Toyota dejó de fabricarlos en detrimento de las nuevas series de híbridos que, aunque poco, también consumen combustibles fósiles.
Ford lo "intentó" tímidamente con el Range EV (1993-2001) y con el Th!nk City, un pequeñajo estiloso de nombre impronunciable y procedencia noruega que no fue evolucionado por los motivos de siempre y que no llegó ni a carrito de la compra, tras haber finalizado 50 unidades de prueba que se quedaron a las puertas de la cadena de producción. En este caso, han sido los diseñadores iniciales del vehículo los que han venido en su rescate, creando un consorcio de capital nórdico que recompró a Ford la idea, y ha presentado ya los prototipos de lo que será en nuevo Th!nk Ox: 4 metros, 5 plazas, 82 Cv, 135 Km/h, 200 km de autonomía, varias carrocerías, 5 estrellas EuroNCAP... ¿el futuro del automóvil según los noruegos?. Time will tell.
Y he dejado para el final el ejemplo más sangrante: el General Motors EV1, (que aparece en su propio entierro en la cabecera de este post) ; un coche eléctrico biplaza, de altas prestaciones y gran equipamiento, que se comenzó a fabricar en 1996, alentado por una resolución del Estado de California que pretendía ir aumentando la cuota de autos no-contaminantes... y que la administración Bush se encargó de derogar en bien de los intereses petroleros de los de siempre. Era totalmente eléctrico, se ponía de 0 a 100 en 9 segundos, con una autonomía de unos 200 km, e incluso muchos lo consideraban un coche bonito (para gustos, ojo). El caso es que sólo se alquilaba por un período de 3 años, y en cuanto los arrendatarios comenzaron a solicitar la compra del vehículo y la demanda fue creciendo... una vez más, la industria impuso su vampirismo: General Motors recuperó todas las unidades menos una, que está en un museo, para DESTRUIRLOS y, ya a salvo de normativas legales que protegiesen el medio ambiente, continuar evolucionando los vehículos híbridos que le diesen una mayor rentabilidad a más corto plazo.
¿Porqué no hay aún coches eléctricos? ¿Qué ha sido de ellos? Hoy me ha dado por buscar un poquito de información sobre el tema en la we-we-we... y he llegado una conclusión flipante: Los holdings del petróleo y la automoción los han creado... y aplicando el viejo dicho... Los mataron porque eran suyos.
En este mismo blog, y no hace mucho, os daba mi opinión sobre la subida de los precios de los carburantes, y obviamente, acusaba como culpables de esta carestía a las petroleras y sus interacciones con la industria automovilística: Hoy, con algunos datos que aquí resumiré, voy a proceder a condenar a dichas entidades supranacionales e hiper-egoístas. Culpables de asesinato en primer grado, premeditado y alevoso, de soluciones medioambientales viables simplemente porque no les convenía a sus ya hinchados bolsillos:
Aquí van algunos ejemplos de cómo la industria de la automoción ha dado marcha atrás al comprobar que los vehículos eléctricos sí eran viables, de cómo han dejado de producirlos para que no se abaratasen al aumentar la oferta, y de cómo se han encargado de escondernos dichos logros y han continuado evolucionando y vendiéndonos coches de motor de combustión. Al lorito, que no es broma, aunque lo parezca:
Nissan Hypermini: Es la única excepción mínimamente honrosa, ya que aún se comercializa en Japón, y además Nissan (ahora controlada por Renault) ha llegado a acuerdos para evolucionarlo y venderlo en Portugal en un par de años de cara a su introducción a nivel mundial. Totalmente eléctrico, con una autonomía de 125 Kms, 100 Km/h de velocidad punta y perfecto para un uso urbano o interurbano corto. De modesta autonomía, pero recargable en sólo 4 horas en un conector de 220 voltios normal y corriente. Pero vamos a lo que vamos: Se creó en 1997, y su único "apoyo" vino por parte del municipio de Pasadena (California) que lo adoptó como vehículo oficial... hasta 2006, año en que el contrato de alquiler expiró, y pese al intento de la ciudad de comprarlos para seguirlos usando... Nissan se negó y recuperó los coches... para destruirlos, que parece ser una solución muy ecológica, por cierto.
Por su parte, Toyota nos presentaba el Rav4 EV (1997-2003):
"Fungaba" a 126 Km/h y con una autonomía de 130 a 190 Km, según su uso. Haciendo números, resultaba tener un coste por kilómetro aproximadamente equivalente a un coche de gasolina que consumiese 1,4 litros a los 100 Km/h (y sin contaminación ni ruidos). Con éste pasó tres cuartos de lo mismo que con el Nissan, ya que en 2005 los contratos de alquiler (no se vendían) expiraron, y pese a la intención inicial de Toyota de destruirlos también, se creó una asociación llamada "Don't Crush" para salvarlos y que continuasen circulando... cosa que se consiguió tras enormes batallas legales, aunque eso sí, Toyota dejó de fabricarlos en detrimento de las nuevas series de híbridos que, aunque poco, también consumen combustibles fósiles.
Ford lo "intentó" tímidamente con el Range EV (1993-2001) y con el Th!nk City, un pequeñajo estiloso de nombre impronunciable y procedencia noruega que no fue evolucionado por los motivos de siempre y que no llegó ni a carrito de la compra, tras haber finalizado 50 unidades de prueba que se quedaron a las puertas de la cadena de producción. En este caso, han sido los diseñadores iniciales del vehículo los que han venido en su rescate, creando un consorcio de capital nórdico que recompró a Ford la idea, y ha presentado ya los prototipos de lo que será en nuevo Th!nk Ox: 4 metros, 5 plazas, 82 Cv, 135 Km/h, 200 km de autonomía, varias carrocerías, 5 estrellas EuroNCAP... ¿el futuro del automóvil según los noruegos?. Time will tell.
Y he dejado para el final el ejemplo más sangrante: el General Motors EV1, (que aparece en su propio entierro en la cabecera de este post) ; un coche eléctrico biplaza, de altas prestaciones y gran equipamiento, que se comenzó a fabricar en 1996, alentado por una resolución del Estado de California que pretendía ir aumentando la cuota de autos no-contaminantes... y que la administración Bush se encargó de derogar en bien de los intereses petroleros de los de siempre. Era totalmente eléctrico, se ponía de 0 a 100 en 9 segundos, con una autonomía de unos 200 km, e incluso muchos lo consideraban un coche bonito (para gustos, ojo). El caso es que sólo se alquilaba por un período de 3 años, y en cuanto los arrendatarios comenzaron a solicitar la compra del vehículo y la demanda fue creciendo... una vez más, la industria impuso su vampirismo: General Motors recuperó todas las unidades menos una, que está en un museo, para DESTRUIRLOS y, ya a salvo de normativas legales que protegiesen el medio ambiente, continuar evolucionando los vehículos híbridos que le diesen una mayor rentabilidad a más corto plazo.
Conclusiones:
Industrias petroleras: Culpables por los millones de trabas y presiones sobre todos los demás.
Industria automovilística: Culpable por no apostar por ellos, pese a poder hacerlo (con la venia de los anteriores, o sea, de las petroleras).
Usuarios: Culpables por inacción. Todos juntos, lo podríamos hacer si quisiésemos realmente.
Gobiernos: Culpabilísimos. Por no mover un dedo, no crear leyes, derogar otras, complicidades...
Así que como veis... aquí no se salva nadie y tenemos mierda (contaminación) para todos.
Y en mi modesta opinión, mientras los precios del petróleo no nos ahoguen de todo, y los directos responsables de todo este incomprensible abuso contra nosotros mismos y sobre todo contra la Tierra que heredarán nuestros hijos no hagamos nada para remediarlo, mucho me temo que la cosa seguirá así durante unos añitos más... ya que por el momento los únicos que usan vehículos limpios son precisamente quienes pueden permitirse su exclusividad y enormes precios: Los ricachones en sus campos de golf, Scwarzenegger con su Hummer de hidrógeno, un par de freakys de lo exclusivo que llevan sus coches de lujo para que sustituyan sus motores por otros eléctricos y así ser los más snob entre los snob.... y Neil Young, que sigue inmerso en su campaña para popularizar los motores eléctricos empezando por su colección de enormes y pesados bugas americanos de los 50 y que está re-motorizando uno a uno de modo artesanal, demostrando que si queremos conseguir algo en este sentido, sólo hay una manera de hacerlo:
Bibliografía audiovisual: "Who killed the electric car" (Chris Paine, 2006), que incluso podréis ver fragmentado por partes en Youtube.
Industria automovilística: Culpable por no apostar por ellos, pese a poder hacerlo (con la venia de los anteriores, o sea, de las petroleras).
Usuarios: Culpables por inacción. Todos juntos, lo podríamos hacer si quisiésemos realmente.
Gobiernos: Culpabilísimos. Por no mover un dedo, no crear leyes, derogar otras, complicidades...
Así que como veis... aquí no se salva nadie y tenemos mierda (contaminación) para todos.
Y en mi modesta opinión, mientras los precios del petróleo no nos ahoguen de todo, y los directos responsables de todo este incomprensible abuso contra nosotros mismos y sobre todo contra la Tierra que heredarán nuestros hijos no hagamos nada para remediarlo, mucho me temo que la cosa seguirá así durante unos añitos más... ya que por el momento los únicos que usan vehículos limpios son precisamente quienes pueden permitirse su exclusividad y enormes precios: Los ricachones en sus campos de golf, Scwarzenegger con su Hummer de hidrógeno, un par de freakys de lo exclusivo que llevan sus coches de lujo para que sustituyan sus motores por otros eléctricos y así ser los más snob entre los snob.... y Neil Young, que sigue inmerso en su campaña para popularizar los motores eléctricos empezando por su colección de enormes y pesados bugas americanos de los 50 y que está re-motorizando uno a uno de modo artesanal, demostrando que si queremos conseguir algo en este sentido, sólo hay una manera de hacerlo:
"Pensar globalmente y actuar localmente".
Bibliografía audiovisual: "Who killed the electric car" (Chris Paine, 2006), que incluso podréis ver fragmentado por partes en Youtube.
No hay comentarios:
Publicar un comentario