11 de octubre de 2010

Transformers: algunas consecuencias... e incongruencias

Siempre me ha llamado poderosísimamente la atención el impacto de la película "Transformers" (Los transformadores) en Honduras. La verdad es que desconozco si dicho impacto es similar al producido en el resto de centro y latinoamérica... pero os aseguro que aquí es algo brutal. Durante sus estrenos, en las salas de cine abarrotadas se regalaban caretas y boles de palomitas del evento, se vendían artículos de marketing, y en general se vivía al más puro estilo Hollywood. Hasta aquí todo más o menos normal. Pero los signos no se quedaron en eso... varios años después, no es difícil ver en los semáforos coches con distintivos de transformers, artículos de juguete para niños por doquier, pastelillos en las "pulperías", o incluso, alguna compu para reparar que he recibido y que venía decorada con todo el imaginario de robots alienígenas. Y ya en el colmo de los colmos, hace un par de días circulaba delante de nosotros un enorme todo-terreno (nada barato) que llevaba en uno de sus cristales posteriores una pegata que llamaba tanto la atención, que aunque no pude fotografiarla, me vi obligado a googlear a posteriori para confirmar que sí... que existen: Que hay al menos un grupo cristiano -Los CRISTIANBOTS- que han diseñado publicidad religiosa con ésta temática. Como lo leéis:


Y yo, que de vez en cuando me veo con la estabilidad emocional necesaria para tragarme una peli al estilo "Michaelbayano" o "Rolandemmerichiano"... he aprovechado la ocasión, una vez porque la pasaban por la tele, y otra porque me cayó en las narices el archivo avi, para poder verlas y así juzgar a qué viene tanta expectación y tanto éxito.

Y tras verlas, puedo deducir que:

- Nuestros valores culturales ya no están en franca recesión. Se han hundido del todo.

- Lo mejor de las pelis es la decoración. Y no hablo de los escenarios, hablo de Megan Fox.

- Lo segundo mejor, es que se acabarán algún día y dejará de ser rentable la franquicia. O sea, que son finitas en la dimensión espacio-tiempo. O al menos, eso espero.

- Y lo más desasosegante, una duda que me corroe y no me deja dormir: Si en la 1ª había un robot malo malísimo, al que tras mucho curre por fin consiguen desactivar... y ese mismo, tras ser revivido, es también el malo malísimo de la segunda peli... que me perdonen, pero los guionistas son gilipollas. A quién se le ocurre, si tienes un robot ultra-malo al que quieres desactivar para siempre... echarlo en la Fosa de las Marianas y poner un par de submarinos nucleares -pagados del erario público en plena crisis- a vigilarlo; porque... ¿No hubiera sido mucho más fácil fundirlo y convertirlo en tornillos o mejor aún, en latas de birra???? ¿O es que estos ideólogos de pacotilla no vieron Terminator? ¿Eh?

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