8 de octubre de 2008

Alto a la Guardia Siví

Hace unos días me tocó la carta más chunga de la baraja del Tarot: El radar de la Guardia Civil de Tráfico. Así que como directo implicado, voy a hacer algunos juicios de valor sobre esta (tan cotidiana) opereta:


"El extraño caso del currante y el Señor de Verde"
Ocho menos algo de la mañana... de noche aún. Alegremente me encamino al trabajo por una carretera nacional, tras la alegría de haber pagado un peaje desorbitado gracias a los teje-manejes de la anterior Xunta y sus amigos de AUDASA. En una recta con visibilidad perfecta, que atraviesa un puente sobre el Deza y dispone de doble carril en ambas subidas, nos encontramos con los pilares de uno de los nuevos puentes del AVE, con profundas raíces allá abajo, y con el desvío a una planta de hormigón de dicha infraestructura. Pese a que la carretera está impecable y sin peligro alguno, hay una limitación a 40 Km/h por la presencia de dicho desvío... que obviamente no respeta ni el Papamóvil y menos a esas horas... pero a lo que vamos: Sí, incumplí una norma. Circulaba a 92 Km/h (e iba despacio) cuando el coche camuflado realizó el disparo, y me endilgaron 450 Euros y 6 puntos (medio carnet) tras 18 años de carnet sin una sola infracción. Y todo ello, por ir a trabajar (éstas cosas sólo nos pasan a los currantes, los coches oficiales circulan a toda pastilla por cualquier sitio sin puñetero problema). Y no estoy llorando, ojito. Si he incumplido la ley, supongo que me merezco un castigo, pero... el cabreo viene siempre después, al analizar el caso y enterarse de un par de cosas:

Ésta era la cara que se me quedó al llegar al curro.

Resultó que el guardia que tomó la fotografía era conocido, y entre su opinión y la de otros guardias (buenos amigos) que tengo, me vengo a enterar de que: 1) En otras provincias, como A Coruña, nunca se ponen los radares en zonas de obras, por recomendación de sus superiores. 2) En la de Pontevedra, los guardias se refieren a su capitán como "un poco inflexible", ya que dice entre otras cosas que él mismo debe pagar sus multas de circulación, pero que de perdonar a alguien... nanay, así que aquí pagan hasta los propios guardias y si se pilla al alcalde, pues se le pilló. Y 3) A los coches-radar de Pontevedra les han sustituido las cámaras digitales por unas analógicas, y exigen la integridad de todo el carrete a su entrega, entre otras lindezas de su "modus operandi".

Pero vamos a ver... ¿Pueden quedar tantas maneras de aplicar la ley al antojo de un sólo tipo? ¿Se nos trata a todos los españoles igual ante las infracciones administrativas (o penales, como alguno esa misma mañana en el punto en el que me "retrataron" a mí -caíamos toditos-)?? Y sobre todo: ¿Pero cómo c... no nos vamos a sentir perseguidos? ¿Como vamos a pensar que no es un acto recaudatorio descarado? ¿Cómo pretenden que no odiemos a la Penetérita, con estas movidas? ¿Las leyes no eran para todos, o son sólo para algunos? Porque resulta que la ley dice que los controles de velocidad deben estar a pie de carretera, y yo los veo (casi todos los días) escondidos en carreteras secundarias, como halcones al acecho de su presa, o como maridos cornudos con manía persecutoria, debería decir. Y dicha ley recoge también que los coches-patrulla, durante el servicio, deben tener las luces azules que los identifican encendidas... y yo constato casi cada día que eso es mentira -cuando llevan el radar-, en el trayecto de Lalín a Villa de Cruces... y resulta que si yo no llevo las luces de repuesto en mi coche, o mi chaleco de seguridad no está debidamente homologado... ¡Me multan! Y digo yo... ¿Acaso no debería denunciarlos yo a ellos también por estas irregularidades???

Y claro, resulta que un ciudadano ejemplar, que paga religiosamente sus impuestos y las cuotas de la comunidad de vecinos, se siente como un perfecto delincuente cada vez que ve un numerito negro en un círculo rojo en la carretera, tras un despiste en 20 años al volante... y los coches oficiales de la Xunta circulan impunemente a 150 todo el día (todos los hemos visto muchas veces), los chorizos de verdad visten de traje y corbata y por mucho que roben, jamás los trincan, y si lo hacen... al año están en la calle para gastarse lo prevaricado en paraísos fiscales, con total desfachatez... y las petroleras y el Estado nos roban cada día al repostar, ...y los "sheriffs" de las finanzas, tras años de enriquecerse a base de especular sobre bienes inexistentes... aún por encima, nos vienen a pedir que les saquemos del agujero en el que se han metido ellos solitos... ¡Con el dinero de todos! ¡Y de gilipollas, aún se lo daremos, por obra y gracia de los Gobiernos Neo-Conservadores!!!.

Así que... hasta el día en que me harte y pille una retro-excavadora y me dedique a machacar coches patrulla... creo que no me queda otra que pagar alegremente (por no decir tirar a la basura) lo que difícilmente ahorro en 3 meses (que es lo mismo que gana una familia del tercer mundo en un año de trabajo)... porque resulta que ¡¡¡todo ésto lo hacen por nuestra seguridad!!!.

Y al que no le guste... que lo pinte de verde.


...y éste es un compañero camionero (Tomatito)...
que nos enseña orgulloso el botín después de aplastar un coche-patrulla con su Volvo.

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