23 de mayo de 2009

Un medio cómodo para reciclar teléfonos móviles

Hace algunos meses, recogía en este mismo blog una denuncia sobre la situación en la República Popular del Congo, provocada por la explotación de los recursos naturales, concretamente el coltán y otros minerales presentes en nuestros teléfonos móviles, computadoras, aparatos electrónicos y baterías... Y ya que llevaba tiempo buscando una manera de deshacerme de mis viejos móviles, ahora que he dado con una, aquí la dejo para quien interese el tema -que deberíamos ser todos, sin excepción-:

El caso es que hay una iniciativa llamada "Movilízate", a través de la empresa Fonebank y apoyada por el Instituto Jane Goodall, y que consiste más o menos en que te imprimas ésta etiqueta de franqueo prepagado, la pegues en el sobre acolchado o cajita de turno, y te deshagas así de tus móviles antiguos (móviles y baterías, no incluyas cargadores ni tarjetas SIM) para que se disponga de sus componentes convenientemente; siempre desde el axioma inicial de que el mejor método de no expoliar más aún dichos recursos es reutilizar la basura electrónica (e hiper-contaminante, por cierto) que pulula actualmente por nuestras casas.



Ah! y si reúnes más de 30 unidades, puedes llamar al 902 929 605 y te organizarán una recogida directa en tu domicilio... y además, te regalan un apadrinamiento de un año de un chimpacé en Chimpamigos (una de sus iniciativas). Que digo yo que independientemente de en qué se colabore o quién gane dinero con dichos metales pesados... al menos se ayuda, y se recicla, que es el fin de todo ésto... y los "puntos limpios" -que no son más que enormes almacenes de basura con los que nuestras autoridades no saben qué hacer- también dejan de engordar un poquito.





Cuanta información transmitida... cuantas buenas y malas noticias...
cuantas cosas han pasado desde que entraron en nuestras vidas, ¿verdad?
Demosles pues un entierro digno.

Como ilustra la foto... yo he empezado por mi casa, y si alguien se anima y me hace llegar alguno más en estos días, pues hasta me evitaré el paseo a Correos. Y para finalizar... debo reconocer que me ha dado un poquito de pena ver ahí en su mortaja a algunos viejos amigos: El Nokia 8210, siempre tan estiloso y elegante... El Ericsson T28, que en su día era una verdadera flipada... Aquel Siemens S45 que resistió incluso una caída al agua... o el Motorola V que compré en una noche de juerga a un desconocido... y estuvo tanto tiempo conmigo como que aún sigue funcionando y no hace mucho lo tomaba -por pequeñín- un día en que el mío se fue a taller...

No hay comentarios: